Soy yo el que no comprende que en pleno siglo XXI votemos por la separación, votemos por crear nuevas fronteras o votemos por el simple hecho de ver quien lo tiene más grande (el ego).
Soy yo el que no entiende cómo podemos votar a partidos que se niegan sistemáticamente al diálogo, como podemos votar a los promotores de leyes como la “mordaza”, cómo podemos votar tanto a los del 4% como a los de la Gurtel o cómo podemos votar a un plasma. Y es que no sé quién tiene la culpa de la situación en Cataluña, bueno, en realidad si lo sé, lo que no tengo tan claro es quien tiene más parte de esa culpa. ¿Tan difícil es dialogar?, ¿tan difícil es contar la realidad a tus ciudadanos?, ¿En serio la democracia es algo tan difícil de llevar a cabo, o simplemente la estamos complicando?
¿Por qué nos centramos en el sí o el no, pero nadie se centra en el cómo? Nadie se centra en cómo llegar a una solución, nadie apuesta por la unión y todos apuestan por la división. La discusión no debería estar en el sí o el no, ¿de verdad vamos a resolver las diferencias culturales con una simple palabra de dos letras? La cuestión debería estar en hasta donde, hasta que punto conviene reprimir las diferencias culturales bajo el lema de la unión nacional.
Y es que, si de verdad esperamos que catalanes, gallegos o vascos se vean representados por la marca España, esa en la que se promocionan las paellitas, el sol, las playas, el flamenco y el gazpacho, mal vamos. España es además de eso els Segadors, las sardanas, los castellers, el caganer, las muiñeiras, el marisco, las queimadas, Os Pinos, los San Fermines, el Olentzero y la pelota vasca entre otras muchas cosas. Podría empezar a escribir sobre porque votaría sí, o por que votaría no, podría valorar el daño que haría la independencia a España, pero sobre todo a la propia Cataluña, ya que es obvio que la independencia afectaría a las importaciones y exportaciones, a las grandes empresas y a todo el sistema público entre los que se encuentran la sanidad y la educación.
Podría poner en duda el sistema económico de una Cataluña independiente porque no tengo claro ni que moneda usarían ni donde está el banco central Catalán, además de no entender cómo se puede ser independiente cuando los bancos catalanes deben unas 2 veces el valor del PIB de la comunidad. No tengo claro cómo podría sobrevivir una Cataluña fuera de la Unión Europea con los nuevos impuestos que ello acarrearía a importaciones y exportaciones y lo más preocupante es que no sé que pasará con esos catalanes que también se sienten españoles. ¿A caso ellos podrían sacar las urnas como forma de manifestar su derecho a decidir nuevamente cuando lo crean más oportuno?
Podría desarrollar cada uno de estos puntos que dificultan la independencia catalana y también todos aquellos que la promueven, como el nefasto gobierno de este país, pero yo no voy a votar sí o no. No eres tú, soy yo el que va a votar por la conciliación y la reflexión.
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